Twist and Scrooge
Muchas son las adaptaciones al cine de la obra de Charles Dickens. Ya en 1901 Walter R. Booth dirigió el cortometraje de seis minutos Scrooge; or Marley’s Ghost. En 1951 Brian Desmond Hurst dirigió uno de las más destacadas adaptaciones, con un memorable Alastair Sim (con cierto parecido al entrenador de fútbol Miguel Ángel Lotina) en el papel de señor Scrooge. Incluso los Teleñecos, creados por Jim Henson tuvieron una interesante adaptación, con Michael Caine en el papel del huraño socio de Jacob Marley al que visitan los espíritus de las navidades pasadas, presentes y futuras.
Pero en este caso, nos gustaría hablar de la versión realizada en 1970 por el siempre eficiente director británico Ronald Neame, el cual, hijo de director de cine y de estrella del cine mudo, empezó a trabajar en el medio cinematográfico como mensajero, para acabar convertido en productor, guionista y director de fotografía, además de cineasta. A él le debemos películas como El hombre que nunca existió, protagonizada por el memorable Clifton Webb (de la legendaria Laura, de Otto Preminger) basada en la emboscada real que tendieron al servicio de inteligencia nazi en las costas del sur de España. También películas como Ladrona por amor (con Michel Caine y Shirley MacLaine), o Los mejores años de Miss Brodie, protagonizada por la siempre fantástica Maggie Smith, también con Robert Stephens. Fueron también habituales sus colaboraciones con un mito del cine británico y mundial como Sir Alec Guinnes, que en esta película aparece como Jacob Marley, el socio y amigo del señor Scrooge.
¿Qué tiene de particular esta adaptación? Pues para empezar, que es un musical, si bien no es la única versión del clásico dickensiano con esta característica. De hecho, el título en castellano de la película se corresponde con uno de los números musicales más destacados y repetidos del metraje. Neame dirige magistralmente, aunque es de justicia y rigor señalar que con una dirección artística tan magnífica, es difícil apuntar con la cámara a un lugar equivocado (aunque ese año tuvo la dura competencia de Gil Parrondo y Patton). Y por supuesto, un Albert Finney que es una bestia de la interpretación, y que como ya ha apuntado gente en redes sociales, su Scrooge tiene un cierto parecido físico al presidente de los Estados Unidos Donald Trump.
También aparece brevemente Roy Kinnear, actor emblemático para Richard Lester (de hecho, Lester se retiró tras fallecer Kinnear en España en el rodaje de una de sus películas sobre los mosqueteros). Este actor apareció en la película de los Beatles Help! y actuaría más tarde con John Lennon en Cómo gané la guerra, así pues me despido parafraseando a la tía de Lennon, que podría haber sido un diálogo de esta película, de un señor Scrooge antes de la visita de los espíritus : “La música está bien como hobby, pero no para ganar dinero”.