Milagro navideño en la calle 34
Iniciamos con esta película una serie de posts que tienen como objetivo recomendar ciertas obras del séptimo arte relacionadas con la Navidad. Así pues, podemos comenzar diciendo que De ilusión también se vive es sin duda uno de los clásicos fundamentales del cine navideño, quizá no tanto por ser una película superlativa, pero sí por la cantidad de referencias en otras obras posteriores, y el sinfín de parodias en las que se han utilizado elementos propios de ella. Tampoco se le puede negar que forma parte de una cierta mitología cinematográfica. La historia del hombre al que llevan a juicio por afirmar no sólo que Santa Claus existe, sino además, que es él mismo.
Comparte De ilusión también se vive con el quizá clásico navideño por antonomasia Qué bello es vivir una cierta crítica social, mucho más leve en este caso que en la obra de Frank Capra, si bien en este caso el argumento no se decanta por el camino de lo “sobrenatural” de una manera tan clara como en el relato protagonizado por James Stewart. Tuvo tres remakes televisivos en los años 1955, 1959 y 1973, que sentaron en el banquillo de los acusados a Thomas Mitchell, Ed Wynn y Sebastian Cabot respectivamente. En 1994 el propio George Seaton participó en el último remake, con David Attenborough.
Para esta ocasión, Seaton contó con la intervención estelar de Maureen O’Hara en el papel de descreída encargada de la campaña de navidad de unos grandes almacenes. O’Hara, hija del mosquetero Athos, en esta ocasión en lugar de ser la madre de Mia Farrow lo fue de una Natalie Wood que ya mostraba enorme desparpajo entonces y cuya carrera es una muestra interesante de distintas etapas del cine de Hollywood.
El entrañable Edmund Gwenn realmente te convence de que es Santa Claus en un papel adorable que reencarna el espíritu de la Navidad y que contribuye a hacer de esta obra todo un clásico, por desgracia no lo suficientemente conocido.